"Esta mañana me he puesto mis botas de fabricar pasos alegres.
Son unas botas a las que les gusta cantar,
dibujar garabatos en las aceras, nadar en los charcos,
y que siempre, siempre, me llevan donde quiero ir"

Este en un verdadero cuento de felicidad. Raquel Díaz Reguera, a través del personaje de Martina, nos enseña a soñar, a volar, imaginar y pensar. Con este libro aprendemos y enseñamos que la vida se compone de pequeños trocitos amables y cálidos que debemos ir recogiendo; porque todos los que consigamos guardar en los bolsillos y meter en las mochilas, serán los que nos permitan seguir adelante.
Primero somos los mayores los que debemos aprender a sonreír y a disfrutar de lo que tenemos y de lo que conseguimos. Ese es el mejor ejemplo para enseñarles y educarles en lo que significa la felicidad. No les robéis la sonrisa, me refiero a vuestros pequeños. Es absurdo robarla para condenarles a buscarla el resto de su vida. Mejor os contagiéis de ella. Si no sabéis cómo, preguntad a Martina, la protagonista de esta fantasía.
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